Esta es la historia de uno de los vehículos de competición más increibles que se han hecho en la historia del automovilismo, el Ford GT40.
El automóvil que consiguió acabar con el aplastante dominio de los Ferrari en los años 60 en las 24 Horas de Le Mans y que acabó siendo una sutil venganza de la marca americana contra Ferrari por no haber llevado a cabo su venta a Ford.
Y un automóvil mítico en los 60 que se rescató en el siglo XXI para el deleite de aficionados a los automóviles.
El origen de éste automóvil tuvo lugar en los 60 y una de las curiosidades es que Ferrari estuvo en medio de la creación de este modelo, muy a su pesar.
Las intenciones de Ford pasaban por adquirir la marca italiana, con una propuesta que fue bien recibida por Enzo Ferrari, incluso permitió que encargados de Ford visitaran las instalaciones de Ferrari, pero finalmente Ferrari se fusionó con otra marca italiana, Fiat, saliendo así de la crisis que les había llevado a esta situación.
Lo cierto es que Enzo Ferrari no ganó amigos con este movimiento, y al igual que sucediera con sus desavenencias con Ferrucio Lamborghini que llevaron a éste a crear su propios superdeportivos, su desencuentro con Ford no trajo nada bueno a la marca italiana.
Ford llevaba tiempo queriendo ver un modelo suyo en Le Mans, y a partir de estas desavenencias con Ferrari no dudaron en intentar negociar con Lotus, Lola y Cooper para llevar a cabo su proyecto.
Finalmente Ford y Lola firmaron su acuerdo, y comenzaron a trabajar en el nuevo vehículo tomando como base el Lola GT que ya había competido en Le Mans.
El primer protipo del proyecto “GT40″ recibió el nombre de GT101 y fue desvelado en Abril de 1963.
La primera carrera de un Ford GT fue en Los 1000 km de Nurburgring y despues en las 24 horas de Le Mans, pero ni en 1964 ni en 1965 consiguieron que ninguno de los autos participantes cruzasen la meta.
La experiencia conseguida en 1965 hizo que en 1966 el Ford GT consiguiera una impresionante victoria al situar a tres de sus vehículos en la primera, segunda y tercera posición y protagonizando una estampa curiosa al cruzar los tres a la vez la meta. Como curiosidad el ganador fue el piloto que más retrasado quedó en los entrenamientos clasificatorios y que por tanto salió más retrasado, ya que las reglas de las 24 Horas de Le Mans estipulan que el ganador es el piloto que recorre más kilometros en un menor tiempo.
Pero la cosa no quedó ahí, en una carrera que llevaba dominando absolutamente Ferrari desde 1960, la marca americana consiguió arrebatarles su aplastante dominio y ganar todas las ediciones de las 24 Horas de Le Mans entre 1966 y 1969 inclusive, hasta que en 1970 llegase el impresionante Porsche 917 y acabase con esta etapa dorada de Ford en el automovilismo.
Y colorin colorado........