Cuando en 1965 Fiat decide lanzar un competidor digno para el Alfa Giulietta y los Spider britanicos como el MGB y similares, la opción más lógica era partir de una plataforma ya conocida para abaratar costes.
La elegida fue la del 124 berlina, pero modificando las cotas y acortándola en 14 cm. Suspensiones, transmisión, etc. se mantuvieron idénticas a la berlina.
El modelo fue presentado en el Salón de Turín de 1966 con el motor de 1.438 c.c. y fue un éxito inmediato.
La unión de una carrocería muy corta y ágil, con una línea sencilla y muy elegante, combinado con una técnica muy avanzada para la época lo convirtió en un coche muy deseado.
La limpieza de líneas del Spider no era casual.
Fiat recurrió a la mejor carrocería del momento, Pininfarina y esta le encomendó la tarea al finlandés Tom Taarda, que utilizó recursos ya vistos en alguna de sus creaciones, como el Ferrari 275 GTS y el prototipo Rondine, que GM descartó para su Corvette y que acabó siendo la inspiración del 124 Spider con su característica línea de cintura.Lógicamente el Spider de Fiat logró en poco tiempo una aceptación enorme por la limpieza de líneas y las buenas reacciones de un chasis corto y ligero. Con frenos de disco a las 4 ruedas y un motor con doble árbol de levas en cabeza, su técnica era muy avanzada para la época, y así lo demostró permaneciendo casi 20 años en producción.
Del motor inicial se pasó en 1969 a un 1.600 de doble carburador que sería sustituido por otro de la misma cilindrada pero alimentación por carburador simple en 1972.
Las versiones de 1800 c.c. aparecieron en el año 1974 y para las de 2 litros hubo que esperar hasta 1979.
Como todos los coches de esta época sufrió las restricciones de la crisis del petróleo de 1972, más quizás que otros modelos ya que este Fiat se vendió mayoritariamente en Estados Unidos, donde las restricciones eran especialmente duras en estados como el de California. Durante la década de los ´70, Fiat enviaba tantos coches a Estados Unidos que muchos de ellos viajaban en cubierta acumulando salitre. Si el concesionario no lavaba el coche a conciencia, esto acababa sentenciando a muerte el coche ya que los tratamientos antioxidación eran inexistentes. |
Las últimas unidades con motor 1.800 y las primeras de 2.000 c.c. son las que más han sufrido con la adición de sistemas de limpieza de gases de escape, más adelante ya catalizadores, y sobre todo con unas restricciones de alimentación a base de colectores muy restrictivos y carburadores con caudales limitados.
A finales del año 1979 se montó una excelente inyección electrónica en los motores de 2 litros que ayudó mucho a bajar consumos y mejorar prestaciones. Aún así, los motores más potentes son los 1.600 y 1.800 de doble carburación. Con pocas modificaciones se puede sacar una potencia superior a 120 cv., eso sí, a base de un consumo de 14 litros.
También la normativa americana fue la culpable de que el Spider perdiera los preciosos y ligeros parachoques cromados de las primeras series para recibir los de doble tubo con refuerzos de plástico que caracterizan a las versiones más modernas. La obligación de aguantar un impacto a 5 millas por hora destrozó la estética de muchos coches deportivos de la época, el Spider salió bastante bien parado, pero las fotos de los Ferrai y Lamborghini modificados para salvar dicha normativa asustan incluso hoy en día.Muchas unidades han sido modificadas por sus dueños con los parachoques cromados de los modelos 1400 y 1600, o con los tacos de goma del Abarth. Ambos sistemas se encuentran fácilmente en forma de kit. Como no podía ser de otra forma, las buenas maneras de los Spider 1.600 y 1.800 capaces de más de 120 cv. con pocas modificaciones, hizo que los más fogosas se aventurasen a correr con ellos. La FIA exigía un mínimo de 500 unidades para poder homologar un Grupo 4, y Fiat se puso manos a la obra. En septiembre de 1972 debutó el primer CSA, o Fiat 124 Abarth. Carrocería aligerada, motor 1.800 con doble carburador y 165 cv. iniciales que se vieron aumentados en poco tiempo hasta 190 cv. en versiones de calle e incluso algunas de competición que alcanzaban los 200 cv. La versión de mayor éxito fue la 2.000 Inyección, vendida en su mayor parte en Estados Unidos. Con el cambio del carburador a una margnífica inyección electrónica Bosch L-Jetronic, el veterano biarbol de Fiat superó las normativas de emisiones recuperando de paso parte de la potencia perdida, situándose en 105 cv.
Fin. |
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